domingo, 6 de marzo de 2011

En el Hospital

Felíz, mientras juega

Taller de Manualidades

Son muchas cosas las que puede pasar por la cabeza de una persona que tiene cáncer, principalmente la palabra muerte, pero podemos decir que piensa un niño al escuchar esta enfermedad? Dependiendo de la edad, será su concepción de la realidad. Para los niños pequeños significa alejarse de su casa, su cama, sus juguetes, su familia y recibir agresiones dolorosas (inyecciones, estudios, operaciones, etc.), para los más grandes es además preguntarse si podrán regresar a sus actividades o qué sucederá mañana.
En el trabajo que se realiza dentro de los hospitales, es necesario trabajar en grupo las individualidades de cada alumno. Son muchachos normales, con dificultades que atraviesan y por las cuales deben estar en el hospital.
Risas sinceras
Cuando se trata de enfermedades como el cáncer, nuestros alumnos deben permanecer al menos una semana (generalmente) y si la situación es más delicada, el tiempo se prolonga… se torna indefinido. Realidades como esta, hacen que en los alumnos y sus acompañantes se incrementen los estados de ansiedad, es por ello que debemos trabajar para tranquilizarlos o darles algo de esa normalidad que a veces añoran. Juegos, tareas, películas, chistes, dulces, cumpleaños, manualidades, cotufas y otras tantas cosas, les pintan luces en sus rostros y lo mejor, es que son sinceros.
Festejando
Con tantas cosas que viven, dejan de callar sentimientos, se expresan, dicen que no les gusta y que sí, que no quieren y que sí; no debemos preocuparnos en reprimirlos, al contrario, debemos alentar el desahogo, incluso las lágrimas, que no sólo lavan los ojos y la cara, también limpian el espíritu.

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